Ya el día 19 de febrero escribía un artículo titulado “¡ojo con la cuarta ola!”, en el que advertía de la posibilidad de que nos cogiera de lleno la cuarta oleada de la pandemia. Hoy, 22 de marzo les puedo confirmar que esta cuarta ola ya ha llegado. Y la tenemos encima porque volvemos a cometer los mismos errores ya que, aunque de manera general, estamos haciendo las cosas bien, hay algunos (los de siempre) que las hacen mal, muy mal. Botellonas, fiestas ilegales, viajes a otras comunidades autónomas sin justificación, o con los papeles dados por un amigo (Es decir, falseando los permisos o las mismas PCRs). Está claro que para mejorar todo haría falta un confinamiento. Pero es que, además, por si esto fuera poco, las fronteras españolas tanto aéreas como terrestres están abiertas de par en par y así nos llegan jóvenes de toda Europa, principalmente franceses, que vienen aquí a tomarse todo el alcohol disponible dicho por ellos mismos en televisión.
Lo hemos preparado todo para que el coronavirus campe a sus anchas otra vez. Hemos preparado todo para que la gente muera y enferme. En definitiva, hemos vuelto a retar a un virus que nos gana batalla tras batalla de manera totalmente implacable.
Pero eso sí, aquí todo abierto y las calles hasta arriba de gente como si no ocurriera nada y a la espera de la Semana Santa en la que los coladeros serán tremendos con la picaresca y la irresponsabilidad.
Y, además, hay motivos para agravar la situación frente al virus. Y es que las vacunas están llegando a un ritmo muy lento y tardan mucho en ser efectivas y muchas personas que forman parte de grupos de riesgo importantes siguen esperando a estas alturas la primera dosis. Todo va muy lento.
Y ha pasado un año por lo que el cansancio es inmenso porque parece que esto no tiene fin y esto desespera y hace que mucha gente tire la toalla y deje de tener ese cuidado necesario y fundamental.
También es cierto que no está claro el tema de las prioridades en las vacunaciones y también las dudas en cuanto a eficacia como el caso de Astrazéneca.
Así que volvemos a la casilla de salida, aunque con las ucis a tope y los sanitarios a punto de reventar. Ojalá me equivoque. Suerte a todos.
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