A partir del próximo día 26 de junio de 2021 podremos pasear por las calles sin mascarilla. El Consejo de Ministros se reunirá para que la medida se pueda llevar a cabo ese sábado. Ese criterio que no tiene nada que ver con temas sanitarios ni de expertos y que es exclusivamente político, se hace para ocultar o rebajar las posibles reacciones ante otra noticia que tiene dividida a las opiniones en España.
Ahora ya es seguro que los indultos están al caer. Será en el Consejo de Ministros de este martes 22. Si hay algo sencillo es ocultar un desastre o una noticia que pueda generar una corriente de opinión contraria a la oficial; y eso se consigue con una noticia fabulosa. Y en España esto se multiplica por mil. ¡Tomad mascarillas y olvidad los indultos! Es como si ya le escuchase decir eso a Sánchez. Y muchos tragando porque lo dice el gran líder o porque, sencillamente, eso fastidia a otros.
Las malas noticias abundan. Las buenas escasean. La importancia que se dan a algunas de esas noticias fatales es nula (ya no sabemos ni cuánta gente muere por Covid-19 cada día, por lo visto, ya eso no interesa). La importancia que se le da a noticias entre buenas y muy buenas es absoluta. Queremos ser felices y cualquier cosita nos sirve para conseguirlo.
El 26 de junio diremos adiós a las mascarillas, pero no al Coronavirus, ni a los enfermos de Covid-19 que están ingresados en las plantas y en las Ucis de los hospitales de todo el mundo, ni a los muertos que sigue provocando el coronavirus.
El día 26 de junio diremos adiós a las mascarillas en exteriores aunque seguiremos cargando con un número de muertes por Covid-19 desesperante y un número de nacimientos ridículos. Desde la Guerra Civil no se veía una cosa igual. No nacen niños y se nos mueren los mayores. El día 26 caerá un símbolo que representa el peligro aunque, también, va a caer la capacidad de superación, el esfuerzo y el compromiso con las sociedades, un símbolo universal que se hace añicos y que ya servirá de poco.
Yo no estoy deseando ir sin mascarillas. Estamos con una incidencia en Andalucía de 176 contagios por cada 100.000 personas, eso es riesgo alto y lo dicen todos los expertos, pero Sánchez necesita hacerlo. Menos mal que no se le ha ocurrido hacerlo el día 23 a las doce de la noche (Noche de San Juan).
Pues eso, mascarillas fuera, malas noticias fuera… Esto es un mundo ideal.
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