Alergias alimentarias, por M. Ríos


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Cuando un alimento activa el sistema inmunológico del organismo, éste responde con una reacción llamada “alergia” . Los síntomas son inmediatos y, en ocasiones, peligrosos. Casi siempre se suele identificar el alimento causante de la alergia. Pero no siempre es fácil evitarlo. Las alergias a ciertos alimentos no se deben confundir con intolerancias, que responden a otros mecanismos.

No se sabe muy bien por qué a veces el organismo responde con una alergia ante la ingestión de determinados alimentos. Tal vez se deba a la herencia genética, ya que lo más probable es que si unos padres sufren algún tipo de alergia, los hijos sean alérgicos, aunque no necesariamente al mismo alimento. Los síntomas no suelen aparecer hasta que se ingiere el alimento alergénico cierto número de veces.

Síntomas

En algunos casos los síntomas suelen ser apenas perceptibles, como un pequeño hormigueo en los labios o en la lengua después de haber ingerido una manzana o un tomate. En otros casos pueden llegar a ser intensos , como un edema de la boca o la garganta que puede obstruir los conductos respiratorios. Por regla general los primeros síntomas alérgicos comienzan a manifestarse al cabo de unos minutos u horas de haber tomado el alimento, y son contados los casos en los que éstos aparecen transcurridos dos días.. Los síntomas crónicos como el asma y la rinitis crónica pueden aparecer cuando el alergeno se consume cada día.

Entre los síntomas más comunes está la erupción cutánea, la inflamación de los labios o la garganta, irritación de los ojos, estornudos y gran cantidad de mucosidad, dolores abdominales, diarrea, vómitos, inflamación de las articulaciones, confusión , dificultades al respirar y shock anafiláctico.

Los síntomas crónicos, a su vez, comprenden eccema y urticaria , asma, mucosidad nasal, catarro, otitis serosa, y , en los bebés, diarrea y vómitos.

Cada vez que se ingiera el alimento alergénico suelen aparecer los mismos síntomas, aunque a veces éstos varían en intensidad según las circunstancias, como el estrés, la forma de preparación del alimento o la variedad y cantidad de otros alimentos tomados. En algunos casos no suele haber reacción alérgica alguna si la cantidad de alimento alergénico ingerido es poca, aunque en otros basta con el mínimo rastro para provocarla.

No siempre hace falta ingerir el alimento: algunas personas sufren ya una reacción alérgica con tan sólo rozar la piel de una naranja, rica en un aceite alergénico.

Detección del alérgeno

Una alergia provocada por un alimento resulta fácil de identificar siempre y cuando la reacción alérgica sobrevenga inmediatamente después de haberlo ingerido.

Si no es el caso, resulta de gran utilidad llevar un diario de lo que se come así como de los síntomas experimentados. En los casos más complicados, es posible identificar la alergia ) no una intolerancia) mediante un análisis de sangre, lo que ahorra a la persona alérgica entrar en contacto con el alimento en cuestión.

A veces se identifica mediante una prueba en la piel consistente en colocar sobre ésta una pequeña muestra de un alérgeno y realizar una pequeña escarificación en la piel para que la muestra penetre. No obstante, los resultados son menos fiables y, además , una persona hipersensible puede padecer una severa reacción alérgica.

Si todas estas pruebas no dan resultado, lleve una dieta restrictiva. Una vez se haya identificado el alimento alergénico, tan sólo queda evitarlo. Al comprar, compruebe los ingredientes de los productos y, en los restaurantes, pregunte.

Medicación

Los medicamentos no curan la alergia. Los síntomas reaparecen al poco de interrumpir el tratamiento, y además, los medicamentos pueden provocar efectos secundarios . Los principales medicamentos son:

1) corticoesteroides en forma de inhaladores , comprimidos y pomadas.

2) Antihistamínicos en forma de comprimidos: se deben dejar de tomar varios días antes de realizarse una prueba cutánea ya que enmascaran los resultados.

3) Broncodilatadores en forma de inhaladores y comprimidos: alivian los problemas respiratorios en personas con asma alérgico.

4) Inyección de adrenalina, indispensable cuando se produce un shock anafiláctico. Toda persona que sufra una alergia crónica debe llevar adrenalina por si se produce una ingestión del alérgeno. Es aconsejable llevar una identificación que especifique que se sufre alergia.

Cómo sobrellevar una alergia

1) Si sufre una alergia alimentaria, averigüe si también sufre una alergia ambiental como por ejemplo la alergia al pelo de los animales o a los ácaros del polvo.

2) Evite incluir los alimentos habitualmente más alergénicos en la dieta de los más pequeños, al menos hasta que no tengan doce meses. Si hay antecedentes de alergias en la familia , evite los alimentos conflictivos durante el embarazo y la lactancia. Asimismo, evite también aquellos alimentos que hayan sido causa de alguna alergia en los hermanos mayores.

3) Aumente el aporte de betacarotenos. Vitaminas A, C y E, cinc, selenio y ácidos grasos esenciales para reforzar el sistema inmunológico.

4) Pruebe con la homeopatía y la fitoterapia.

Alimentos problemáticos

Aunque no son en absoluto los únicos, los siguientes alimentos son los alérgenos más comunes y suelen ser causantes de las reacciones alérgicas que se detallan:

1) Leche y productos derivados ( queso, yogur, nata, helado): estreñimiento, diarreas, y vómitos ; con menor frecuencia erupciones y problemas respiratorios.

2) Huevos( sobre todo la clara): erupciones, inflamación y problemas intestinales. Pueden provocar eccemas y problemas de asma.

3) Pescado ( fresco, enlatado o ahumado) , así como aceite de hígado de pescado y caviar): erupciones, irritación en los ojosy mucosidad nasal. También puede provocar una crisis de asma, diarrea y shock anafiláctico.

4) Marisco ( langostino, gambas, cangrejo, langosta, ostras, almejas y vieiras): vómitos, problemas intestinales, erupciones, migraña y shock anafiláctico.

5) Trigo y derivados: diarrea y otros problemas intestinales, migraña y eccema.

6) Maíz: erupciones, diarrea y otros problemas intestinales, así como dificultades de respiración.

7) Cacahuetes y otros frutos secos: problemas respiratorios e intestinales y shock anafiláctico.

8) Cítricos, melones y fruta con semillas ( sobre todo las fresas): erupción en el rostro y hormigueo en los labios.

9) Chocolate: erupciones.

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