Con este título escribía el fabuloso dramaturgo Calderón de la Barca su obra teatral que fue un gran éxito mundial. Y es que la vida es un puro teatro donde los actores tienen una gran relevancia. Pues emplean un papel ejemplar en la citada obra que no lo tienen ni que estudiar. Si no que lo representan a su libre albedrío, con su maldad con su falsedad autentica, tal cual son ellos. Eso es un papel que el dramaturgo que la escribió fue inteligentísimo. Tuvo que estudiar a los seres humanos en todas sus facetas, limitaciones, amoríos, pecados, peleas entre hermanos, peleas por herencias, abandonar a los padres, robar a los desgraciados, maltratar a los trabajadores por parte de las empresas, falsedades y mentiras. Visitar a Dios haciendo daño al hermano a su imagen y semejanza. No ayudar a los enfermos, no ayudar a los afligidos, estar la envidia por encima del bien y del mal y por encima de todo. Despreciar el trabajo que hacen unos y alabar el de otros. Todo un cuadro de actores de vivencias de la realidad de la vida como su propio nombre indica la obra teatral. Sin tener que hacer guión, el guión se lo dieron hecho al dramaturgo los actores, que no tuvieron que estudiarse el papel. Solo sale el sol cada día y comienza la representación teatral. Como dicen en las antesalas de los teatros; señoras, señores la función va a dar comienzo. Y la obra empieza tomando el primer café mañanero en los bares, las señoras, haciendo sus compras en los mercados, los funcionarios en sus oficinas, los autobuses comienzan a deambular por las ciudades, los niños yendo al colegio y así sucesivamente la función va cogiendo forma. Hasta que el cuadro de actores, se va relevando conforme pasa el día, unos se van del escenario a casa. Y otros salen de casa y comienzan su actuación y así sucesivamente día tras día, noche tras noche. Se celebra la representación de la obra en un inmenso escenario repleto de toda clase de tramoya sin faltar de nada en el escenario. Pero lo mejor de todo es que los actores no necesitan de que haya un apuntador para que les recuerde el argumento de la obra magistral del dramaturgo Calderón de La Barca, le escena e tan real como la vida misma.
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