Erase una vez un rey
que al pueblo se ganó porque era un hombre de ley,
pero los idus de marzo
llegaron y descubrieron todo el tinglado.
En ese país, que es tuyo y mío,
se habían, durante tiempo, gestado y surgido
problemas que brotaron como terribles granos
pero arrancan de, otras bonitas primaveras de tiempos pasados.
El coronavirus, ese que surgió en China,
también nos llegó para amargarnos y hasta quitar la vida.
El otro , es el que deja a un monarca emérito
carente de todos sus méritos.
Dicen que se debió a una linda princesita tan bella como lista,
o sería sencillamente consecuencias de la vida
que, cuando falla la fuerza física, aunque haya dinero,
se va y emprenden vuelo los besos y te quieros.
y hasta a una majestad
le puede afectar ese gran malestar.
Marzo, marzo
como golpeas con tu enérgico brazo,
y en un día tan relevante y familiar,
en el que se celebra el Día del Padre
hay un destacado hijo que descubre todo, y no lo manda al progenitor a la calle
pero de la mesa de la fiesta real
lo decide apartar y a su herencia renegar.
Marzo, marzo,
duele eso a todos pero, más le dolerá al rey que está harto
de que hasta su padre lo engañe.
A nosotros nos solivienta el que los dineros de un país falten,
cuando tan necesarios son en la situación que vivimos
y en la que si, el coronavirus nos deja, viviremos.
Es triste que los billetes vuelen sin alas
y se vayan al paraíso de faldas y cumbres altas
mientras otros pasamos necesidad y hambre
y, para colmo,
se nos sube a los lomos
la pandemia que nos deja sin respirar
y es que a perro flaco….
todo son palos;
y nuestra vida quiere terminar
no teniendo para unos guantes ni una mascarilla
que nos cubran y amparen ante tan terrible malvada semilla.
Y después de este encierro,
si salimos con acierto
vendrán cierres, cierres , paro y más paro
porque si el que fue rey ha sido despedido de un plumazo
¿Que será del infeliz trabajador honrado? Pues, con menos razón,
el empresario en crisis lo enviará a que siga más encerrado
¡Vaya día del Padre!
¿Tanto pesa la corona más grande?
¡No, es la Corinna
Qué es una tremenda y exuberante chica!
Lo que si pesa como losa de muerte es el coronavirus
El yate puede estar acosada por el temporal de los idus
pero si hay que quitar lastre
aunque sea el del mismo padre
hay que avisarle de que lo que cuenta es salvarse
y no hundirse en el peor fondo de los desma(n)res,
porque aunque la corona pesa
hay quien bien sabe con ejemplar entereza
mantenerla a ésa mientras el único que se hunde en los abismos
es el coronavirus tan terrible y maldito.
Salud, trabajo
Y que España siempre sea solidaria y justa abriendo sus brazos
para seguir vivos , aunque seamos pobres…siempre honrados.
Y si al padre, el rey de la casa,
en vez de felicitarlo hay que recriminarle y decirle ¡Basta!
que no nos tiemble la voz
porque ante todo salvemos nuestro honor
y a nuestra grandiosa nación..
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