Texto: Sebastián Ruiz
Fotos: Hervé Bonnaud
Son el comando más dinámico del Festival de Cine Africano de Tarfifa (FCAT): camiseta oficial, acreditación, ilusión y una sonrisa que contagia al resto de voluntarios. Son los chicos de la Asociación para la Mediación Social de Personas con Discapacidad Intelectual Equa, que repiten este año tras la buena experiencia del 2008. Precisamente, uno de los trabajos de esta entidad gaditana consiste en integrar a estos chicos con otras personas con y sin discapacidad. Y qué mejor que hacerlo en Tarifa y su festival.
“En resumen, intentamos abrirles el mundo”, sentencia Enrique Beca, uno de los dos monitores que viene con ellos. “Y como no podía ser de otra forma si pasas por el festival repites”, comenta Rocío, de 19 años, que para la próxima edición ya tiene una cita pendiente con el cine africano.
Las callejuelas empedradas del casco histórico son estos días un ir y venir de voluntarios. Y es que unas manos que ayudan, siempre son bien recibidas. Estos ocho gaditanos han aportado además de su trabajo un valor fundamental: el humano. Y no ha sido tarea fácil. Para venir se han tenido que formar. “Antes, todo esto me sonaba a chino”, explica Paula, otra de las chicas, de 22 años, mientras bromea con los nombres de los directores y el de las películas.
El trabajo de Equa ha consistido este año en colaborar en tareas de producción y logística. Y siempre llevando a la práctica la máxima de aprender de todo y de todos.