Los gobiernos (central y autonómico) y los grandes medios nos venden a diario que el proceso de vacunación va como una bala y que se está cumpliendo a la perfección esa velocidad de crucero que no se cansan de meternos en las cabezas. Cifras, estadísticas y tantos por cientos absolutamente espectaculares que junto con la decisión totalmente política que no sanitaria de quitarse las mascarillas, se ofrece una sensación de que aquí se ha acabado la pandemia y hemos vuelto a una normalidad que unida al tiempo que la gente lleva enclaustrada y con todo tipo de confinamientos, está provocando esas locuras que día a día también vemos en los medios y de las que se está llevando la palma esos contagios de Mallorca en los que todas las culpas se las están llevando los jóvenes.
Y todo viene de una gran fiesta en la Plaza de Toros de Mallorca con miles de chavales. El Gobierno Balear se rasga las vestiduras cuando es, realmente, el causante de este contagio múltiple porque ¿Quién ha autorizado esa fiesta de miles de personas en la Plaza de Toros de Mallorca? El Ayuntamiento o la Comunidad Balear habrán tenido que autorizar esa fiesta que ha provocado esos cientos o miles de contagios. Ahora que no echen las culpas a otros porque han sido ellos quienes lo han autorizado.
Y como consecuencia de ello, ahora se han puesto duros hasta el punto de tener prácticamente secuestrados a un grupo de 45 chavales de San Fernando que han llegado a Mallorca hace cuatro días (el 24) y que no tienen nada que ver con todo esto pero que están confinados en una cuarentena sin ton ni son. Ya familiares de estos chavales han denunciado a la Comunidad Balear por esta acción totalmente fuera de lugar, mientras se le abren las puertas a los ingleses para que hagan los que les den la gana.
Así estamos, pero voy al proceso de vacunaciones en el que nos venden que ya lo están haciendo con personas de entre 40 y 50 años. Y se va a comenzar con los menores de cuarenta (todo esto, adornado en los informativos).
Pues bien, también están los olvidados. Y son los comprendidos entre los 60 y 69 años cuya primera dosis fue Astrazéneca que estamos con los teléfonos pendientes pero que nadie nos llama. Entre ellos estoy yo. Y no será porque no llamo y protesto. Mi primera dosis fue el 27 de abril. Han pasado dos meses. El periodo para la segunda dosis es de uno a tres meses y así estamos a pesar de que ya han repetido de que van a adelantar esta segunda dosis, mientras nos hablan de que más de un treinta por ciento de los españoles ya tiene la inmunidad. Pues no, es mentira, estamos los de Astrazéneca que seguimos en un limbo al que nadie da solución.
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