En la protesta gibraltareña estuvo presente el liberal demócrata británico, Graham Watson, que es además europarlamentario.
Las organizaciones ecologistas de ambos lados de la frontera AGADEN, Enviromental Safety Group (ESG), GOHNS y Verdemar Ecologistas en Acción llevaron a cabo una protesta a cada lado de la verja fronteriza en el lado de Poniente a las 6 de la tarde de ayer jueves contra el vertido de aguas residuales sin depuración que se vierten a las aguas de la bahía.
El lugar elegido para la protesta según los grupos ecologistas ,es un vertido que realiza el municipio de La Línea y que afecta a una playa que es usada mayoritariamente por la población de Gibraltar, conocida como playa de la RAF y también ataña a una minúscula playa línense, que ha sido utilizada por la población de La Línea. Dicen los grupos que la presencia de este vertido está propiciando que el lugar no pueda ser utilizado como playa en ningún lado de la frontera, lo que catalogan de “una situación demencial y casi surrealista”.
Consideran los colectivos medioambientales de este lado de la verja que sobre este punto de vertido de aguas residuales se da la circunstancia que se han dirigido al ayuntamiento de La Línea “sin que ninguna autoridad nos haya informado de NADA al respecto. Todo un ejemplo ilustrativo de la preocupación que tienen las autoridades ambientales sobre los vertidos de aguas residuales sin depurar”.
Los ecologistas argumentan que el punto de vertido junto con la infraestructura portuaria construida por la APBA hace años y el terreno ganado al mar en el que se asienta el aeropuerto de Gibraltar, hacen que el desagüe residual se encajone en una “dársena” aumentando sus efectos perjudiciales para el medio ambiente y la salud humana.
Opinan que las aguas residuales son una asignatura pendiente, pese a que según la directiva europea sobre vertidos la situación “hace diez años que tenía que estar resuelta”.
Terminan diciendo textualmente que: “Los habitantes del arco de la Bahía de Algeciras, tenemos derecho a disfrutar de una costa sin contaminación por aguas residuales. En ese sentido pedimos a nuestros políticos gobernantes de ambos lados de la frontera que se dejen de hacer patria y se pongan manos a la obra para acabar con esta lacra que es la contaminación, que no entiende de fronteras”.
