Rafael Fenoy Rico | Secretario de Comunicación Educación CGT
¿Qué es lo que hace que un colectivo de personas, por vivir en el Peñón, sea tan diferente de otros colectivos que viven a centenares de metros? Las personas que conforman el pueblo de Gibraltar tienen derecho al respeto de su tradición y al reconocimiento del estatus adquirido, como colectivo autónomo dentro de la Unión Europea, y con la consideración de ciudadanos europeos a todos los efectos. Dicho esto también es preciso considerar que los derechos del pueblo gibraltareño nada tienen que ver con la soberanía del territorio. Porque aceptar que puede ese pueblo ser soberano del territorio que ocupa abriría el camino para que cualquier ciudad o pueblo, incluso pedanía, en toda Europa, no sólo en España, pudiera ejercer ese mismo derecho. ¿Es que el nacer en Gibraltar dota a la persona de naturaleza distinta a la del resto de la ciudadanía europea?
Quienes habitan en la Unión Europea deben tener idénticos derechos y deberes, al menos en lo que concierne al Tratado de la Unión. Éste expresa claramente lo siguiente: “la UE contribuirá al estricto respeto y al desarrollo del derecho internacional, en particular el respeto de los principios de la carta de las Naciones Unidas”. Pues bien son resoluciones de Naciones Unidas, precisamente, las que dejan claramente establecida que la soberanía del Peñón de Gibraltar debe restituirse a España y que Inglaterra debe de cerrar el capítulo colonial que el Tratado de Utrecht abrió.
Soberanías a parte ¿por qué los habitantes del Campo de Gibraltar no pueden exigir, en pié de igualdad con los habitantes del Peñón, un status de pueblos Europeos y ¡ya está!?
¿Que quieren los gibraltareños? Los gibraltareños desean decidir sobre su presente y su futuro. ¿Eso no sería legítimo también para quienes viven junto a ellos?
La Unión Europea se encuentra frente a un asunto de mayor rango que el mero litigio entre España y Reino Unido por la soberanía de aguas. El asunto de fondo es si es posible sostener por más tiempo las enormes desigualdades entre pueblos que conviven “puerta con puerta”. El territorio geoestratégico del Estrecho de las Columnas de Hércules, que separa Europa y Norte de África, es de singular importancia, y muestra una diversidad difícilmente repetible en el mundo. ¿Por qué no resolver los contenciosos del pasado con una mirada de futuro? Una solución a todos los contenciosos pasaría por la creación de un territorio, que englobando la bahía de Algeciras y el Estrecho dependiera directamente de la Unión Europea.
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