Manuel Jiménez | Los Barrios
La salida comienza después de un buen desayuno una vez que nos bajamos del tren en El Colmenar caminando por un sendero que lleva a una pequeña Central Eléctrica en el río Guadiaro, a continuación nos introducimos en el bosque, puro Parque de Los Alcornocales con su exuberante y diversa vegetación, destacando en esta ocasión la gran cantidad, variedad y tamaño de setas que vimos a lo largo del recorrido que harían las delicias de los aficionados a la micología, pasando gargantas cargadas de agua, algunos tramos de la GR7, ruinas de lo que pudieron ser cortijos, antiguos hornos de pan, ventas de caminos donde posiblemente pararan arrieros, contrabandistas y bandoleros bastante frecuente por estas zonas en el siglo XIX, una hornacina con una Virgen excavada en la roca de la Garganta de Diego Diez de la que desconocemos el origen, y zonas de gran belleza como garganta de Loberos, de las Piedras, fuente de los Arrieros, Puerto de la Venta, Majada del Lobo …. También encontramos un vehículo con matrícula extranjera sin ruedas en estado de abandono enmedio del bosque, algo que nos explicamos como pueda estar ahí y porque no se le ha dado solución.
Según narra el hispanista inglés Richard Ford en su obra Manual para viajeros por España: “Los arrieros tratan de disuadir a los viajeros de que tomen este valle, que es, con mucho, la mejor ruta para hacer que duerman en la casa de algún amigo en Gaucin y alquilar así los caballos dos días en lugar de uno.”