La maquinaria de un país está compuesta por piezas de diferente tamaño e importancia, pero no se debe descuidar ninguna de las partes para que todo pueda funcionar de manera normal. Existen situaciones que están muy por delante de otras y las prioridades tienen que ser muy claritas. Si los políticos son incapaces de diferenciar entre lo accesorio y lo importante, si quieren justificar su sueldo en asuntos que no interesan a nadie, estamos ante un gravísimo problema que una democracia no puede soportar nunca.
La distancia del político con la realidad es evidente. Es lamentable comprobar día a adía como los políticos viven en una realidad paralela a la que viven los ciudadanos.
Hay una diputada, Ana Oramas, de Coalición Canaria, que es una de las pocas que está llevando a cabo un ejercicio de autocrítica desde que comenzó la legislatura. Y es importante su labor porque son pocos diputados que piden reflexión y poner los pies en el suelo para hacer verdadera política. Son muy pocos los que reclaman altura de miras. En definitiva, son pocos, muy pocos, los que están a la altura de las circunstancias.
Quizás el problema tenga su origen en la imposibilidad de la política como un necesario ejercicio de empatía y de sentido común.
¿Por qué no se pueden aprobar de una vez unos Presupuestos Generales después de tres años?, ¿Por qué no hacen un ejercicio, todos, de responsabilidad para que nos pueda venir esa primera parte de los fondos europeos?, ¿Por qué se considera una traición a su electorado el apoyar iniciativas sensatas y necesarias?.
Los políticos deberían pensar que lo que realmente están haciendo es causar problemas en vez de solucionarlos y resulta lamentable que quienes deberían solucionar problemas son los que se encargan, a diario, de empeorarlos.
El propio Presidente llegó a decir que la pandemia del coronavirus es global. Entonces, ¿Cómo es posible que en un solo Estado como es España haya diecisiete respuestas o soluciones diferentes para esta misma pandemia y los instrumentos necesarios para solucionarla?.
Así nos va.
Mucha suerte a todos.
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