Los edificios que figuran en ese inventario son la iglesia parroquial de San Isidro Labrador, la torre de Botafuego, el cortijo de la Almoguera, el puente del vado de los Pilares, la casa de Porqueriza, la ermita de San Pedro de Alcántara en el paraje de Ojén, la torre de Entrerríos, dos viviendas de interés etnológico, la fuente Magaña, y los cortijos Almoguer, de las Albutreras, Grande de Guadarranque y de Viña el Patrón.
El resto son enclaves arqueológicos de distintas épocas, la mayoría cuevas y abrigos, desde el Paleolítico hasta la Edad Media, y aunque algunos se citan con el nombre de un edifico cercano se refieren a los yacimientos encontrados.
La presencia de pinturas rupestres y restos prehistóricos está muy distribuida por el término municipal, desde las terrazas del río Palmones hasta el Parque Natural Los Alcornocales. También son numerosos los vestigios romanos.
En algunos lugares, como la villa del Puente Grande, restos de villas romanas se superponen a poblados protohistóricos, incluso se han encontrado fortificaciones romanas en el cortijo Palmares.
